martes, 27 de diciembre de 2011

En Grand Central Station me senté y lloré

Contundente, desgarradora y veraz. Una obra de calidad plagada de alusiones literarias en la que lo importante no es el final sino los hechos.

No es de extrañar que esta novela publicada por primera vez en 1945 sea la obra más conocida de Elisabeth Smart pues aunque la historia es una ficción está claramente inspirada en su propia vida martirizada por el amor al poeta George Barker con el que mantuvo un tomentoso romance del que nacieron cuatro hijos y que no solo definió su biografía sino también inevitablemente su obra. Barker siempre le prometió que dejaría a su esposa pero ese día no llegó nunca.

Este es un libro tan maravillo como sobrecogedor, escrito desde lo más profundo del alma y la sinceridad de las emociones que en él se detallan es seguramente lo que mantiene el corazón en un puño de todo el que lo lee. Es sentimiento en estado puro, destilado y concentrado que llega a emborrachar con metáforas, símiles y descripciones mediante un lenguaje unas veces sensual, poético y dulce y otras veces con palabras duras que cogen desprevenido al lector por su contundencia. La prosa desgarradora y muy personal se enreda en un relato que se antoja caótico del que se desprende poco a poco la verdad de la historia que la autora pretende contar.

La protagonista es una joven que como la escritora cae en el error de enamorarse de un hombre casado y que lejos de evitar el romance lo persigue y lo provoca. Como mujer sabe que aquella relación es insana y en esta narración lacerante en primera persona explica cómo se siente culpable del origen y las consecuencias de las decisiones a las que se vio empujada por seguir esa pasión tan loca. Perturbada por ese hombre pasa a lo largo de la novela por muchos estados en el que nos podemos sentir identificados pues los detalla con total franqueza. Desde los celos a la añoranza pasando por la excitación y la necesidad del que ama.

Elisabeth Smart nos pone delante un espejo en el que en el que solo los valientes se atreven a mirarse porque nos aterroriza la crudeza de las pasiones del hombre, del egoísmo de la carne y de la conveniencia e inventamos un mundo a veces hipócrita lleno de medias mentiras, de verdades omitidas, cómodo pero cargado de falsedades y en esa doble moral vivimos escondidos como ratones asustadizos. Y si la duda nos machaca o la tentación nos acecha basta con mirar para otro lado y seguimos como borregos la máxima de universal que si no se sabe no ha pasado y ocultamos cobardes la verdad.


jueves, 15 de diciembre de 2011

Décima Docta

Organizaciones secretas, suspense y acción en Décima docta de Myriam Millán.

En ésta su primera novela la escritora sevillana plantea un enigma milenario a resolver que embaucará al lector en un viaje desde las majestuosas pirámides del complejo de Gizeh hasta las calles de la capital hispalense donde le sorprenderá con un desenlace inesperado.

Cada cinco años desde tiempos del faraón Keops diez chicas son secuestradas para formar parte del ritual más sádico y cruel jamás conocido. Las muchachas son escrupulosamente elegidas por parte de una organización milenaria y siempre responden a un perfil determinado. Son retenidas en un zulo esperando ser torturadas y asesinadas como lo fueron en su día Nellifer, la amante del faraón, y sus nueve discípulas.

Natalia que estudia bellas artes y cursa su segunda titulación destaca entre las doctas recluidas por su extrema belleza y sobre todo por su inteligencia abrumadora. La chica habrá de dominarse en los avernos en los que se ve confinada, decidir y enfrentarse a las situaciones más límites sin más armas que ella misma y lo hará de la única manera que sabe.

Este personaje al que la autora ha concebido complejo, mágico y atractivo no sólo resuelve sino que mantiene vivo el relato y hace reflexionar al lector a cerca de la inteligencia superlativa. Efectivamente la presencia moderada de esta virtud en el individuo le otorga una ventaja competitiva indiscutible respecto de sus congéneres pero una capacidad extrema en ocasiones puede llegar a jugar malas pasadas. Seguramente lo habréis visto alguna vez.

A destacar como la autora pone ya desde el preámbulo la atención en el amor como umbral de la locura y define bien el vértigo premonitorio del que se enamora a pesar y a su pesar. Punto sin retorno, doloroso y aterrador abismo en el que seguramente nos hemos visto. Es el momento en el que decides dejar de luchar porque descubres que pelear contra uno mismo es inútil y caes en la cuenta entonces de que has perdido el control. Al fin eres tú mismo y poco importan ya las consecuencias.

lunes, 5 de diciembre de 2011

El silencio de los árboles

La melancolía, el amor, la música y la obsesión componen esta obra de Eduard Márquez que enamora al lector en cada página.

En una ciudad enferma del odio, el horror y la muerte que sólo la guerra puede infectar el amor y el arte son cuerpo y alma de la esperanza, y la promesa de un recuerdo la única razón para sobrevivir. En ese cementerio de árboles talados, edificios derruidos y corazones perdidos un museo se improvisa trinchera de la cordura y refugio para los sentimientos donde las personas recuerdan que son seres humanos.

Pocos son los que quedaron bajo el asedio, menos los que aún resisten. Andreas Hymer llega a esa locura con un propósito claro y un concierto para violín se convertirá en causa y efecto para recuperar a su amor perdido, Amela Jensen, y una nueva misión le dará la oportunidad de ser héroe.

Con trazos de personajes el autor nos presenta retales de una vida anterior al hambre y a la destrucción e insinúa anhelos de un futuro mejor. Un relato que pone el acento en conceptos absolutos como el valor y la solidaridad y en el que a partir de pinceladas anecdóticas de la realidad hace que el lector extraiga la esencia del libro como si de un proceso inductivo se tratase.

A destacar la obsesión como antagonista, sentimiento enfermizo, egoísta y corrosivo que ansía poseer el alma del genio. Es un depredador que huele y rastrea mentes excepcionales, persigue sin descanso a su presa y pobre de la que alcance. La obsesión anida en las capas más profundas de nuestra personalidad, mueve el arte y lo lleva a su máxima expresión pero del mismo modo lo distorsiona y desvirtúa el mundo. Transforma lo que un día pudo ser bello en una mueca macabra y sin sentido. ¿Podrá acaso el amor vencer a este villano? ¿Verdaderamente tiene tal poder de curación?

El silencio de los arboles es una obra delicada de prosa musical. Su lectura sería comparable a una pieza para violín. Hora suave, brillante y emotiva; hora potente, firme y dolorosa. Penetra en la piel y hace estallar las emociones. Trasciende a lo metafísico. Magia diríase en otro tiempo.
                                                
                                                                  Alianza editorial

jueves, 17 de noviembre de 2011

El Espejo Negro

¿Del autoconocimiento al autocontrol?

El Espejo Negro de Alfonso Domingo, XLIII Premio de Novela Ateneo de Sevilla no es, ni mucho menos, un Thriller más, pues este demesita sorprende no sólo en su calidad literaria sino en sus reflexiones.

Bajo una prosa elegante a la vez que sugerente se descubre la historia de un cuadro perdido en el tiempo y desarrolla su búsqueda en tres escenarios temporales trenzados en una trama bien hilada sobre un juego narrativo que no deja indiferente.

Esta novela celosamente documentada acerca al lector al mundo del arte con un lenguaje impregnado de carisma, sensibilidad y misterio y con personajes coherentes y  bien perfilados.

Jerónimo Díaz es un joven pintor anarquista exiliado de una España enloquecida que recibió de un extraño personaje el encargo de copiar Jonás y la ballena, de El Bosco. Acepta, a pesar de que una sensación premonitoria, de esas que subestimando al subconsciente solemos ignorar, advirtió al artista de que su destino quedaba irrevocablemente ligado a esta pintura para siempre.

Lamentablemente, en el desempeño de tal tarea el español es capturado y enviado a un campo de concentración nazi donde será testigo del horror, dejando su obra incabada.

La casualidad, el destino o la vida misma harán que más de medio siglo después Jerónimo ya anciano choque con Javier Carreño, un especialista en El Bosco en plena crisis de los cincuenta que es nombrado comisario de una exposición sobre el pintor holandés en el Museo del Prado. El viejo tendrá la oportunidad de reencontrarse con su obra perdida y ambos vivirán una aventura inolvidable, un viaje a través de Europa tras un retal del pasado porque, a veces, hay que volver atrás para poder quedar en paz y avanzar.

Protagonista indiscutible el miedo que lo tiñe todo. Miedo a perdernos bajo las sombras del alma, a esos claroscuros que nos atormentan, inherentes a la condición humana y al desarrollo de la personalidad. Miedos que nos condicionan y puede que hasta nos definan. También a que nuestros fantasmas salgan porque siempre acaban tomando las peores decisiones. Miedo a que puedan ser vistos y pongan de manifiesto nuestra vulnerabilidad. Manifiesto instinto de conservación que nos avergüenza, nos hace empequeñecer.

El Ser Humano se plantea entonces si es necesario mirar a la cara a nuestro peor reflejo para poder dominarlo. Si es necesario el autoconocimiento para poder llegar al autocontrol. Un espejo negro parece ser la clave.

 

jueves, 3 de noviembre de 2011

Hoy me ha pasado algo muy bestia

Querer es poder, ¿y viceversa?

Hoy me ha pasado algo muy bestia de Daniel Estorach Martín nos cuenta la historia de Daniel García, un chico aparentemente corriente que reside en un pueblo de Barcelona y que en la primavera de 2007 inicia un blog en el que decide dejar testimonio escrito de los sucesos extraños que últimamente le están aconteciendo. A las constantes migrañas y hemorragias nasales se le unen varios episodios de ira incontrolable, pérdida de consciencia y la percepción de haber adquirido, o descubierto, capacidades físicas superiores a la media. Extraordinarias más bien.

Daniel no da crédito, o ha perdido el juicio o está desarrollando superpoderes. En el segundo caso habrá de aprender a vivir con su nueva condición y decidir qué hacer con estas nuevas habilidades, si es que se debe hacer algo con ellas.  

Con el protagonista el autor huye del cliché de freak poco agraciado, tímido y reservado, casi insociable, al que los cómics y el cine nos tienen acostumbrados. Nada más lejos de Daniel que es extrovertido y divertido, algo chulesco. Bravucón incluso. Un tipo con estilo que da una vuelta de tuercas a los héroes más tradicionales.

La primera persona en la que está escrita esta novela permite al autor situarse en la piel del personaje dándole más credibilidad a su personalidad y el formato blog en la que se presenta hace al lector empatizar de una manera más natural con el personaje. El lenguaje directo y urbano, cargado de subjetividad, la sintaxis desestructurada y el relato sencillo le da coherencia y realismo a la historia.

Además de entretenernos con una emocionante aventura que mantiene viva la duda hasta la última pagina, Daniel Estorach nos plantea el conflicto que se genera entre lo que somos y lo se espera que seamos, lo que hacemos y lo que debiéramos. Aborda la ardua decisión entre la individualidad y la colectividad y nos descubre la difícil cuestión del establecimiento de prioridades.  

Como curiosidad contar que esta novela nació en la red, en el blog Soy un superhéroe ,  el que con el tiempo y gracias al talento y la constancia del autor se materializó en este demesita para los amantes de la fantasía.

Absolutamente recomendable. Me pregunto si tendremos segunda parte pronto.



lunes, 31 de octubre de 2011

Seda

Un estribillo desde el fin del mundo. Un regalo muy especial.

Seda de Alessandro Baricco no parece una novela. Tampoco un cuento.  Más bien es como una canción. Si el sonido de la música pudiese ser escrito, si pudiese ser nombrado en un lenguaje sordo se llamaría Seda.

El autor trae la historia de Hervé Joncour, quien la necesidad lleva a emprender un viaje a Japón, y quien allí encuentra la cara irracional del amor, expresión furtiva de nuestra esencia animal y motor velado de las grandes decisiones. Si tuviese que ser nombrado lo llamaríamos deseo. Y lo encuentra allí, en el fin del mundo de una época en la que la luz eléctrica era una hipótesis y un Pasteur prehistórico se ganaba un hueco en la ciencia con un misterioso artilugio llamado microscopio.

La historia es narrada en tercera persona con una prosa delicada, atractiva y sensual y nos hace pensar en la verdadera condición del amor y, a su vez, en el amor sin condiciones. Nos conduce a reflexionar sobre la materia de la pasión y nos hace caer en la cuenta de que ese Leitmotiv reside en cada individuo y somos nosotros mismos quien desencadenamos esa maravillosa locura. Capaces de proyectarla somos, sin embargo, presas de ella sin poder evitarlo.

Seda hay que leerla despacio, con atención. Es una lectura para saborear cada palabra, perderse en su universo de estrofas y desembocar en su sabio estribillo. Debemos dejarnos liberar de las etiquetas, de la cabezonería del ser humano por nombrar lo que le rodea. Si no tiene nombre nos da miedo.

Este relato debiera tener un nombre mudo, uno que fuese como acariciar el vacío.

Una obra demesita directa al corazón.


martes, 25 de octubre de 2011

El Gran Juego

Entrañable, emotiva, mágica. Un juego con lecciones importantes que todos sabemos y a veces olvidamos.

Leticia Sánchez Ruiz se hace con el XVI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla  gracias a su segunda novela, El Gran Juego, una fabulosa novela en la que la asturiana nos trae la historia de una búsqueda que comienza cuando la niñez termina.

Perotti es un viejo centenario heredero de una gran fortuna. Frecuenta un bar con el suelo de baldosas negras y blancas, un bar con olor a aceite y a vino; el bar de la calle La Luna. A la única amiga que le queda él la llama Cucurucho. La pequeña que aún necesita ayuda de su hermano mayor para vestirse se sienta al lado de su arrugado amigo de cabeza de alfiler y con su trenza medio desecha balancea sus piececitos mientras escucha a su compañero de juegos hablar sobre los grandes misterios de la vida. La niña es la hija de los regentes del bar y su hermano se llama Cosme.

Al morir el anciano, la pequeña recibe una misteriosa carta escrita con letras góticas en la que su amigo le da la bienvenida al Gran Juego. A partir de ese momento, con ayuda de su hermano, habrá de descifrar cada pista hasta revelar el misterio. Habrán de jugar a un juego del que nada conocen, ni las reglas ni el premio.

Así los hermanos emprenderán un camino hacia la madurez, la responsabilidad, el compromiso y el amor. Entenderán también que la amistad es algo importante y valioso. Delicada flor que más allá del invernadero de la infancia se marchita. Una palabra grande que en edad adulta rara vez toma su verdadero significado.

Esta aventura entrañable es contada en tercera persona con un lenguaje cuidado a la vez que cotidiano, lleno de detalles emotivos, de sabores y de olores. Lleno de música. Cariñoso.

Un relato medido de tiempos coherentes que no se precipita y mantiene al lector atento nos hace recordar todo lo que aprendemos de nuestros mayores. Cómo por arte de magia nos siguen enseñando aún cuando ya no están. Se quedan en nosotros en una huella indeleble y viven en todo lo que fuimos capaces de asimilar y que nos forma como ser humano. Viven en los recuerdos que no sabemos que recordamos y están ahí esperando guiarnos cuando lo necesitamos, cuando estamos más perdidos.

No tengo más que coincidir con la autora desde su dedicatoria. Somos suma.



jueves, 20 de octubre de 2011

Andrés Pérez Domínguez en la Biblioteca Juan Ramón Jiménez de Sanlúcar la Mayor, Sevilla

El próximo jueves 27 de octubre a las 19:00 horas Andrés Pérez Domínguez visitará la Biblioteca Juan Ramón Jiménez de Sanlúcar la Mayor para tener un encuentro con sus lectores.

Tendremos ocasión de preguntarle por sus proyectos, sus premios y sus libros y quizás nos dé algún adelanto de su próxima novela. Además, después del acto se sorteará un ejemplar de El Violinista de Mauthausen donado y dedicado por Andrés.

A mi personalmente este premiado escritor sevillano autor de La Clave Pinner, El Factor Einstein, El Centro de la Tierra, El Síndrome de Mowgli  y El Violinista de Mauthausen me fascina. De su blog La separata  soy seguidora y desde aquí lo recomiendo.

Ha sido para mí un descubrimiento reciente pero se ha convertido en un demesita indispensable. Fue este verano buceando entre contraportadas en una librería cuando dí con El Síndrome de Mowgli. De la sinopsis no pude sino pasar a la primera página y a la segunda, y a la tercera. Pensé que estaría más cómoda leyendo el libro en casa que de pié como una garza en medio del establecimiento, por lo que acerté a cerrarlo para pagar y llevármelo a casa.  Lo devoré. Me cautivó.



Es por todo ello que yo voy, ¿os apuntáis?

martes, 11 de octubre de 2011

Luz de Libertad

De Ismael Cruceta…para mí todo un descubrimiento.

Una tarde como cualquier otra, navegando por la Web topé con el sitio de este periodista y escritor de Móstotes y tuve así la oportunidad de disfrutar de su primera novela, que comenzó a escribir con tan sólo dieciocho años.

En Luz de Libertad Ismael nos trae la historia de Julio Silva, un actor de éxito en busca de su verdadera esencia. Podría decirse que Julio es un antihéroe al que los años  han vuelto cínico, frívolo, mujeriego y egocéntrico. Pero no siempre fue así. Hubo un tiempo en el que fue inocente, generoso, y estaba enamorado. Enamorado de Irene Chantal. Enamorado como se está la primera vez, ciego, loco, pletórico, colmado de felicidad. Sin embargo, las grandes metas requieren grandes sacrificios.

En su camino hacia él mismo conoceremos a pocos pero entrañables personajes que van tejiendo una trama sencilla a la par que embriagadora. Estos personajes se presentan al lector llenos de matices y evolucionan a lo largo de la obra. A destacar su protagonista, a cuya madurez asistimos llegando a empatizar de forma natural con sus circunstancias.

Un relato seductor y un lenguaje puro atrapan al lector y le hablan de amistad, de lealtad, de libertad y de amor. Pero sobre todo habla el autor de pasión. Pasión por nuestro trabajo, por la calidad, por el éxito. Pasión carnal. Pasión en un sentido amplio y poderoso que nos magnifica y nos hace capaces de lo imposible. Sin él el arte queda vacío y las ciencias mediocres.

La pasión hace que no nos desvanezcamos, que sigamos firmes a nosotros mismos y luchemos por quien queremos ser y por lo que queremos hacer. Aunque se nos plantea entonces una cuestión difícil, ¿debemos siempre seguir fieles a nuestra esencia sacrificando con ello todo lo demás o hay cosas por la que merece la pena olvidar parte de nosotros mismos?

Esta novela demesita que merece la pena conocer rebosa talento por sus 182 paginas. Bien empleadas han sido las apenas tres hora que tardé en devorarla.

Si quereis más información sobre el autor y conseguir un ejemplar firmado buscad aquí:



sábado, 1 de octubre de 2011

Presentacion del libro "Historias de un dios menguante" en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla



El Centro Andaluz de las Letras, dentro del ciclo "Letras Capitales" , nos invita esta semana a la presentación del libro "Historias de un dios menguante" de José Mateos. El acto tendrá lugar el martes 4 de octubre en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla a las 20:00 horas y será presentado por Pedro Sevilla. 

El ensayista, poeta y editor jerezano nos trae un conjunto de relatos con los que pretende despertar nuestra conciencia y reconquistar valores perdidos.


Yo voy, ¿os apuntáis?

viernes, 30 de septiembre de 2011

La Prueba del Ácido

De la mano de Élmer Mendoza redescubro la novela negra, un género que, seguramente por cobardía, suelo evitar.

En La Prueba del Ácido el autor rescata al protagonista de Balas de Plata, Edgar “El Zurdo” Mendieta, esta vez para resolver el caso de Mayra Cabral, una de las bailarinas del Alexa, un local de striptease, que es asesinada en una noche con Luna a sangre fría en un descampado a las afueras de la ciudad. En un entorno político y social delicado, este policía atormentado habrá de enfrentarse al mundo del narco, al FBI, a antiguos amores y, por si fuese poco, a sus fantasmas e inseguridades. Zurdo deberá aprender a convivir con su fracaso, a aceptarse a sí mismo de una vez. O quizás ya sea tarde para eso.

El ritmo de la novela es frenético, el desarrollo coherente y las líneas narrativas encajan a la perfección, sin embargo, cabe comentar que aunque rápida, la lectura requiere por parte del lector una actitud activa tanto para aprender a identificar a los personajes en los diálogos como para superar la barrera del vocabulario si es que, como en mi caso, no se está familiarizado con la jerga.

Hablaba Élmer Mendoza en la presentación que tuvo lugar en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla de la dificultad de frenar la acción en el proceso de fabricación del relato. Explicaba que, aún contando con herramientas literarias a tal propósito, existe un “punto de no retorno” en el que los hechos no tienen más que desarrollarse en el único sentido posible. Decía también que el autor sabe con qué idea se sienta a escribir, pero nunca sabía cómo concluirá la misma, pues el resultado rara vez es el imaginado. Quedé maravillada de la descripción tan “física” que hace el autor de algo, en principio, tan etéreo como es la abstracción. Lo describe como algo natural, innato.

En la obra la violencia es omnipresente y la tensión social patente. A ritmo de jazz y bajo un lenguaje casi poético se desarrolla una trama vertiginosa, compleja en sus personajes, que nos acerca a una realidad devastadora. Una realidad en la que los asesinatos de mujeres quedan archivados y sus responsables impunes ante una justicia asustadiza y esquiva. Una realidad en la que la sociedad se rindió al narcotráfico, en la que los robos, los secuestros y la inseguridad son, lamentablemente, algo más que ficción.

En una mezcla agridulce, la dureza del relato contrasta con la suavidad de la prosa y comprobamos cómo con palabras hermosas se pueden describir hechos verdaderamente atroces.

Estoy feliz de haberlo descubierto. Mendoza se queda en mi mesita.

martes, 27 de septiembre de 2011

La Senda Trazada

Misterio, fantasía… mucho más que un Thriller…

La principal novedad del mes de septiembre de la editorial Algaida se llama La Senda Trazada, merecidísima ganadora del XX Premio de Novela Luis Berenguer .

Pedro de Paz duerme esta semana a nuestro lado con una historia de suspense capaz de mantener al lector en vilo en cada una de sus trescientas cincuenta y ocho páginas de magia.

Alfonso Heredia es un reportero gráfico al que la vida no trata demasiado bien. Cercana a la miseria, la situación del protagonista se hace cada vez más precaria y el narrador nos hace testigo de su decadencia, del abandono de sus sueños, su futuro, su buen humor e incluso de su dignidad. Así, vemos cómo le abandona el amor, pierde el orgullo y echa a un lado a los pocos que algún día pudo llamar amigos.

Casualmente, en un guiño cruel del destino, se hace con un libro antiguo escrito a mano que contiene una asombrosa revelación: es capaz de predecir la muerte de ciertas celebridades con una exactitud matemática. A partir de ese momento, asistimos a una metamorfosis del personaje tan gradual como sincera. Porque es precisamente así como sucede. Aunque distingamos un punto de inflexión, no reparamos en los cambios que sufre  el carácter de las personas hasta que un día advertimos que se ha transformado para siempre.

La soledad inunda la obra y rebosa por las tapas llegando a contagiarnos magistralmente. Me atrevería a decir que es ella, junto con el ego, los grandes protagonistas de la historia, en la que el pobre Heredia aparece como un pelele de sus circunstancias, una víctima de su id contra el que su superyó se manifiesta impotente, diría Freud. Y es que el personaje no puede sino rendirse ante su impulso de supervivencia y aprovechar la oportunidad que el obituario le ofrece, aunque este uso sea de dudosa moralidad.  

Con un lenguaje elegante pero directo y exquisitas descripciones, el autor nos seduce con un relato suave y desliza al lector, a través de una trama embriagadora, hasta un final sorprendente.

Me alegra poder decir que a esta novela no le sobra ni una sola frase, nunca se hace pesada. De hecho, el primer cuarto del libro lo leí en el borde de la cama y estuve, literalmente, a punto de caer de bruces contra el mármol.

Puro suspense. Este demesita dará, seguro, mucho que hablar.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Presentación de "La Prueba del Ácido" de Elmer Mendoza en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla



Mañana martes día 27 de septiembre de 2011 presenta  Elmer Mendoza su libro “La Prueba del Ácido” en la Biblioteca  Infanta elena de Sevilla a las 20:00 horas. El acto forma parte del ciclo “Letras Capitales” del Centro Andaluz de las Letras y será presentado por Eva Díaz Pérez.



El escritor y dramaturgo mexicano autor de entre otros títulos de “Balas de Plata” premiada con el III premio Tusquets de Novela nos trae una novela policiaca en la que recupera al personaje Edgar “El Zurdo” Mendieta para sumergirnos en el mundo del narcotráfico en una trama de corrupción.


Yo voy, ¿os apuntáis?.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Martín Ojo de Plata

Auténtica, trepidante, emotiva…una dualidad acertada.

Con Martín Ojo de Plata, Matilde Asensi nos lleva hasta Tierra Firme y después hasta Sevilla para vivir la aventura en estado puro. 

Con una ambientación exquisita y con ayuda de notas a pie de página, la autora nos muestra el mundo de entre 1598 y 1612, sus costumbres, sus leyes y su economía.
Esta saga demesita compuesta de tres novelas nos deleita con un lenguaje auténtico, un relato trepidante y una historia emocionante.

La protagonista, Catalina Solís, narra en primera persona cómo dejó de ser sólo una muchacha ignorante condenada a un matrimonio infeliz para convertirse también en Martín Ojo de Plata, contrabandista buscado por todo el Nuevo Mundo, maestre de nao y experto en las artes de marear. Y digo “también” porque el personaje principal, que se ve forzada a desdoblar su personalidad, consigue que ambos entes convivan en ella en armonía, alcanzando el equilibrio con esta complementariedad.

De Catalina nace su tesón, su fuerza, su ingenio, y el orgullo que siente de ser mujer, condición a la que nunca renuncia a pesar de que ser esposa por poderes de un demente se antoja razón suficiente para renunciar a la feminidad, sin mencionar la falta de libertad y limitaciones de las que eran presas las damas en el siglo XVII.

Con Martín vive la libertad, se deshace del yugo de la sociedad y descubre la importancia del estudio y la educación. Es en la piel del muchacho mestizo donde desarrolla su inteligencia, el compañerismo, la responsabilidad, el honor y la venganza.

Catalina es su mundo interior, es ella cuando está sola y él en compañía de otros, aunque ambos estén fusionados.

Un cuento de piratas que nos invita a reflexionar sobre las polaridades que desarrollamos, ¿o acaso no nos obliga la sociedad a travestirnos de un modo u otro? El sistema nos arrastra a la escisión, y a más complejo el orden social, más personalidades llegamos a albergar.

Mantener la esencia de uno mismo en todas las circunstancias es cada vez más difícil y se hace fundamental, pues de lo contrario corremos el riesgo de desaparecer tras los disfraces. Poner el corazón en todo lo que hacemos parece ser la mejor guía para no perdernos jamás.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Orgullo y Prejuicio

Tiene casi dos siglos y sigue siendo joven…

El señor y la señora Bennet están lejos de ser un matrimonio bien avenido. Él, de temple sereno, cariñoso y moderado, tiene que aguantar resignado los aspavientos nerviosos de su mujer, su mala educación y salidas de tono continuas. Ella, ignorante y de emociones inestables, vive con el único propósito de casar a sus cinco hijas para asegurarles un porvenir, pues la propiedad en la que vive la familia está vinculada a un descendiente por vía masculina y sólo Dios sabe qué será de ellas cuando sobrevivan a su esposo.
                               
Sin embargo, para nuestra protagonista, Elisabeth Bennet, una joven sensata e inteligente, segunda hija del matrimonio y favorita del cabeza de familia, a pesar de los esfuerzos de su atolondrada madre, encontrar un buen marido, rico y de buena familia que le ayude a medrar en sociedad, no se presenta tarea fácil cuando su dote se limita al encanto propio de la juventud y un puñado de familiares ordinarios sin una brizna de refinamiento.

En esas, el señor Darcy, rico y de buena familia aparece como el candidato ideal para ayudarles a medrar en sociedad, pues, a pesar de su distanciamiento e incluso brusquedad con los que considera de escala social inferior, siente por Elisabeth algo más que una mera inclinación.

No obstante, este personaje de inspiración para grandes galanes de estos últimos doscientos años, deberá dominar su orgullo y vencer a los prejuicios que por ello despierta en su enamorada.

Este clásico de Jane Austen (1775-1817) fue publicado por primera vez en 1813  y, todavía hoy, goza de gran éxito, pues con argumentos sencillos y enredos familiares la autora  nos descubre la comedia romántica del siglo XIX.

Reconozco que me he visto en alguna cafetería riendo sola con los alborotos de Lydia y Kitty, las hijas menores del matrimonio, y que en el metro la señora Bennet me ha arrancado alguna carcajada desde lo más profundo de mi vergüenza ajena.

Lectura agradable, de ritmo alegre, lenguaje delicado y humor sátiro la de esta obra maestra de la literatura inglesa. Una ventana a las costumbres de la época, una crítica a la sociedad, a la obsesión por el dinero, por el posicionamiento, por el poder.

Porque seguimos disfrazando la conveniencia de afecto y traicionamos en nuestro empeño lo que se cruce, incluso a nosotros mismos, Orgullo y Prejuicio sigue siendo demesita.


martes, 13 de septiembre de 2011

El Violinista de Mauthausen

Un viaje a la humanidad, una carambola del destino…

Andrés Pérez Domínguez se consolida como unos de mis demesita favoritos con El Violinista de Mauthausen, XLI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

Lejos de centrarse en el ya manido holocausto nazi, la novela nos habla de amor, de supervivencia, de honestidad. Y lo hace sin necesidad de caer en la violencia gráfica, lo cual, dado el escenario, no ha debido de ser fácil. 

Un detalle en el lenguaje que ilustra su poder, es que la palabra “muerto” se repite sobremanera a lo largo del relato, y es atroz como el impacto que provoca en el lector se hace cada vez menos intenso.

Con ello, el autor, de una manera elegante, nos hace empatizar con nuestro protagonista, Rubén Castro, español republicano secuestrado por la Gestapo y recluido en el famoso campo de exterminio de Mauthausen. Un hombre cultivado, elegante, sensible, que pudo ser un cobarde, ve como su lado más animal aflora ante la adversidad y cómo el ser humano se inmuniza ante el espanto. Cómo en medio de tanta sinrazón, la muerte no resulta la peor de las opciones.

Personajes entrañables, llenos de fuerza y profundidad, envueltos en un triangulo amoroso enredado en una trama de espionaje, mantienen al lector en vilo, mientras el autor pone de manifiesto su ya conocido talento para atraparnos en el relato. 

Y es que este sevillano, maestro de la in media res, maneja el tiempo de la narración a su antojo, sellando así sus obras con un estilo muy personal.

Fascinante cómo la velocidad del relato se siente heterogénea en la novela. Los meses en el en el campo de concentración se intuyen lentos, pesados, y queda el lector atrapado en el limbo. En contrapunto, fuera de Mauthausen, nos vemos arrastrados por la guerra, arrasados por el terror y el tiempo parece plegarse.

Esta novela de calidad desde luego, me ha conquistado.

viernes, 9 de septiembre de 2011

La Vida nos Conoce


La vida nos conoce, y nos ata con lazos, dice el poeta.

Javier Salvago, poeta y guionista de radio y televisión, presentó ayer La Vida nos Conoce en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla. 

Esta antología poética con prólogo de Juan Bonilla, selecciona siete libros, uno de ellos inédito, con más de un centenar de poemas autobiográficos concebidos a lo largo de casi veinte años.

Con vocabulario sencillo y cercano, se desmarca de la rima rebuscada y llega al lector de forma contundente, logrando empaparlo del desencanto del que van cargados sus versos.

Leyendo su obra, podemos caer en el error de imaginar al escritor como un ser sombrío, cuyo sentido del humor se ha ido transformando en cinismo. Nada más lejos de la realidad.

Javier dice que escribe para depurarse de la poesía, para liberarse de todas las impurezas. A mi me parece como si utilizase al autor para que acarree con sus fantasmas y al lector para sacudirse su pesimismo, quedando así, el escritor, libre de estos lastres.

Quizás por ello sus poemas no me han asomado a un abismo de tristeza y amargura, como esperaba, sino a todo lo contrario; al conocimiento y aceptación de la vida con todo lo ella nos da y lo que nos quita. Y me ha hecho reflexionar.

¿Puede el desencanto de esta sociedad nacer por alejarnos de nuestra naturaleza de hombre? Tenemos tanto, queremos más y disfrutamos tan poco…La naturaleza no se comporta de este modo tan absurdo; cuando no tienen, buscan y cuando tienen, son felices.

Y es que sufrimos los efectos secundarios del raciocinio. Y no digo que la inconsciencia o la ignorancia sean felicidad, sino que debemos hacer un esfuerzo por racionalizarla, y no tomarla en términos absolutos como pueden permitirse el resto de seres irracionales, sino entenderla en términos relativos.  Para poder ser felices debemos madurar el concepto de Felicidad, desarrollarlo, hacerlo evolucionar.

La Vida nos Conoce, una bocanada de realidad en clave de poesía salpicada de humor, demesita para aprender a amar la vida tal y como es, porque sólo así nos aceptaremos tal y como somos.

martes, 6 de septiembre de 2011

El Descubrimiento de las Brujas

A tierra mojada, a niebla espesa, a llovizna…

El Descubrimiento de las Brujas de Deborah Harkness, la primera novela de la que promete ser otra saga superventas, nos presenta un mundo en el que vampiros, daimones y brujas conviven en una pax romana, ocultos entre los seres humanos.

Su protagonista, Diana Bishop, historiadora especializada en Alquimia del siglo XVII, nos cuenta en primera persona la trama de conspiración paranormal en la que se ve envuelta.

Desarrollado en su mayoría en la Biblioteca Bodleiana de Oxford, el relato hace que el lector comparta el misterio y la inquietud que rodean al personaje principal. Con ella, oiremos el ruido que hace el silencio cuando se teme el acecho, se nos erizarán los pelillos de la nuca cuando una sensación nos asalte y experimentaremos el miedo y, a la vez, el deseo de saber más sobre un científico multidisciplinar, inteligente y atractivo que sigue a Diana por todo el campus, Mathew Clairmont.
                                                    
Vampiros, daimones, brujas…nos fascina lo sobrenatural, la vida eterna, la belleza. Siempre jóvenes, siempre fuertes. Son el poder, el arte, las ciencias, pero también son peligrosos, volátiles y letales. Son quimeras de nuestras virtudes y defectos más apreciados, decantados, aislados y potenciados.

Estas leyendas sobreviven en nuestra imaginación al paso de los años, apenas sin evolucionar; siempre estarán de moda. Porque en todos nosotros late la creatividad de un daimón y la intuición de una bruja. Porque alguna vez nos hemos avergonzado del animal que llevamos dentro, y otras, sin embargo, nos hubiera gustado poder invocarlo a nuestro antojo.

La historia quizás no es muy original, y el narrador omnisciente prescindible, pero la autora consigue mantener la atención del lector y embarcarlo en esta aventura. La novela, con creces, da lo que se espera de ella. 

Demesita para las tardes de lluvia, para soñar con un mundo en el que la mediocridad humana y la falta de talento dejan paso a la excelencia de ser especial.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Y entonces El Tiempo Entre Costuras...

Fabulosa, elegante, intrépida…

El Tiempo entre Costuras, de María Dueñas, se ha convertido en un demesita imprescindible de los últimos tiempos.

De forma elegante y consistente, la autora nos muestra algo insólito; el relato de una metamorfosis a través del lenguaje. Y es que me sorprende cómo el buen uso de las palabras puede mostrar el desarrollo de un personaje, cómo conjugaciones verbales, expresiones y nombres nos sitúan en la cronología y le dan coherencia y sabor.

Me ha transportado a una España dividida y a un Marruecos que, aún contagiado de tristeza, incertidumbre y miedo por los que quedaron en un país en guerra, se nos presenta con olor a esperanza y oportunidades, lleno de recursos y vida. Me ha transportado a una época de nuestra Historia reciente en la que dolor te alcanzaba implacable, a una época en la que el nuevo orden social obligaba a cambiar, a adaptarse, a luchar.

Así, esta máquina del tiempo que ha esquivado los tintes políticos, nos ayuda a entender mejor a nuestros padres y abuelos, que tanto dieron, algunos, incluso la vida.

Fabulosa en sus personajes, dinámicos, entrañables, llenos de magia. En especial su protagonista, Sira Quiroga, con la que la autora huye del cliché de mujer caprichosa, egocéntrica y superficial y me ha evitado la desagradable sensación de  deja vu que me castiga últimamente. Distintas novelas, distintos escritores y escritoras, pero…inquietantemente, la misma mujer. Una mujer altiva, volátil, sin juicio ni firmeza, necia y egoísta, carente de todo sentimiento y profundidad. Me preocupa sobremanera el hecho de que este concepto llegue a generalizarse…o aún peor…a desearse…

Nada más contrario a nuestra protagonista, que lejos de todo aquello, nace como una mujer trabajadora y sensata, y aunque inocente, bastante juiciosa. Además, la vemos crecerse en la obra y desarrollarse como una mujer de mundo, intrépida y solidaria. A mi parecer, un ejemplo a seguir y un verdadero objeto de deseo y admiración.

María ha conseguido algo increíblemente difícil, una obra para todos los públicos, una apuesta segura que recomendaría, sin duda a cualquiera.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La Mecánica del Corazón

Nostálgica, fantástica, un viaje…

Mathias Malzieu, en este cuento para adultos, nos traslada a los primeros sentimientos de amor, y a los que inevitablemente les siguen.

En La Mecánica del Corazón asistimos al florecer del amor,  al envenenamiento de los celos y a la desolación del desamor en su protagonista, Jack, un joven bastardo nacido a finales del siglo XIX , en el día más frió de la Historia, con una afección grave de corazón.

Acompañamos así a su protagonista en un viaje hacia la madurez a través de la adolescencia que le arrastrará a cruzar Europa .

A pesar de que no puede presumir de la mejor ambientación, de que el lenguaje se me antoja demasiado actual para un muchacho de 1900 (puede ser, en parte, por la traducción) y los personajes me resultan algo estáticos, no he podido evitar conmoverme con el fondo de la obra. He sentido verdadera nostalgia de los primeros sentimientos, la valentía con la que los afrontamos, la falta de sensatez; nostalgia de toda la capacidad de dar que perdemos.

¿Puede que lo que dimos alguna vez ya no podamos volver a darlo, simplemente, porque ya no lo tenemos? ¿Es acaso posible que la capacidad de amar se agote?¿tiene arreglo un corazón averiado?...

Demesita si os gusta la literatura fantástica, si buscáis el fondo y dejáis a un lado la forma, si sois adolescentes o estáis dispuestos a recordar qué significó serlo. Especialmente si os habéis roto, alguna vez, el corazón.

martes, 30 de agosto de 2011

Desde Si tu me dices ven lo dejo todo...pero dime ven

Optimista, ligera, llena de sabiduría…

De Albert Espinosa, Si tu me dices ven lo dejo todo…pero dime ven.

De lectura ligera, con ella el autor pone de manifiesto la diferencia entre calidad y cantidad. Por que, ¿son realmente necesarios cuatro libros de ochocientas páginas para contar una buena historia?, pues la verdad, no siempre.

Seguro que no soy la única que se ha saltado como una tramposa alguna página en alguna novela, en la que la mitad de los capítulos son sólo relleno para que los 25 euros que hemos pagado nos sean rentables. No debería de ocurrir nunca, deberíamos disfrutar con cada palabra, de cada punto, con cada coma.

Albert, de este modo, con sus 200 páginas de ingenio y sentimiento se desmarca de la literatura “a granel” y nos hace llegar un soplo de optimismo a través de veintidós capítulos, veintidós verdades cargadas de sabiduría que os harán pensar, os harán recordar y, con suerte, reaccionar. 

A través de Dani, narrador y protagonista, el autor nos enseña cómo casi siempre algunos detalles nos definen sin ser definitorios y nos crean concepciones, que, si no son definitivas se hacen difíciles de borrar.

Tememos a lo diferente, siempre, aunque no lo reconozcamos. Ese temor es causa y efecto de nuestra supervivencia y está latente en nosotros. El miedo nos acosa y nos avergüenza, nos paraliza, nos engaña, nos hace meter la pata. Y lo que no deja de sorprenderme es cómo puede un miedo irracional vencer a una mente racional.

Es curioso, a mi me ocurre, pero nos llega a aterrorizar el miedo a tener miedo. Y desde nuestros sentimientos más primitivos brotan fantasmas hasta las capas más evolucionadas de nuestra consciencia, a veces simples espectros de nuestros defectos son suficientes para acecharnos, para boicotearnos.

Me ha gustado como el autor libera al personaje. Me ha gustado mucho.

Una novela demesita para recomendar a los amigos, para aquellos que busquen un paréntesis en las lecturas complicadas, en las prosas rebuscadas y el vocabulario sofisticado y quieran pasarse por Capri un par de horas a rescatar el amor por lo sencillo.

lunes, 29 de agosto de 2011

Sobre La Buena Letra

Original, sobrecogedora, sincera…

La novela de Rafael Chirbes La Buena Letra, una obra de calidad exquisita, de expresión coherente y narrativa difuminada. Un discurso que capta la atención del lector desde la primera palabra. 

La originalidad del relato reside en el hecho de que, a diferencia de otras novelas en las que el lector toma conciencia de la historia mediante deducción, en La Buena Letra, hemos de aplicar la inducción y, partiendo de relatos particulares, concluir la verdad universal que envuelve a estos personajes de consistencia extrema.

Me atrevería a afirmar que parte de las premisas básicas para llegar a comprender la obra son los silencios. 

Y es que el silencio puede tener más poder que las palabras. Con el silencio ocultamos lo que tememos, lo que nos avergüenza, a veces ocultamos con silencio lo que amamos, lo que querríamos ser, lo que somos, lo que fuimos. Con el silencio ocultamos la verdad, y en su lugar, nos dirigimos al mundo con palabras cargadas de mentiras. 

Ana, narradora y protagonista, explica a su hijo en primera persona y pretérito su verdad sobre las circunstancias que rodearon a la familia. Lo hace de forma confusa, dispersa, tal y como hablan las personas sobre su vida cuando son sinceros, o lo intentan, y no siguen ningún guión, porque en la vida real, señoras y señores, no hay guiones.

Así, esta ama de casa, apoyándose en pequeños detalles que son, junto con el silencio, los hilos conductores de esta obra, nos hace testigos y jueces de una vida de esfuerzos no reconocidos, de miserias e injusticias.

Recomiendo su lectura a los amantes de la buena literatura, a aquellos que no teman a la verdad, a los que sepan y quieran leer entre líneas.

A mí, este libro demesita sencillamente me ha sobrecogido.

domingo, 28 de agosto de 2011

Con El Síndrome de Mowgli

Salvaje, sexy, cautivadora… 

De Andrés Pérez Domínguez, os cautivará desde la primera palabra con esta obra llena de talento narrada en primera persona por su protagonista, un exboxeador fracasado que hace al lector cómplice inmediato de su desarrollo y le sorprende con una historia dinámica que comparte con personajes consistentes y bien perfilados.

La recomendaría a cualquier edad adulta, para todo género y en cualquier circunstancia, pues contiene las dosis justas de aventura y romance…

…y además, chicas, Rafael Montalbán, que es así como se llama la “pieza” en cuestión, consigue que te enamores al instante de este ex aspirante a Campeón de Europa superwelter.

Y es que Andrés, desde luego, ha dado en el clavo en cuanto a la concepción de los personajes; de forma casi providencial con Rafael. No sé si fruto del estudio y observación del comportamiento femenino o de la casualidad, este sevillano ha dado vida a una mezcla salvaje muy preciada entre las féminas de todas las generaciones, una miel al que como las moscas nos sentimos irremediablemente imantadas, a saber: tres cucharadas soperas de fuerza bruta, dos de valentía, ralladura de temeridad, una pizca de  agresividad, la justa para partirle las piernas a cualquiera, eso sí…si se lo merece…edulcorado con pasión por la lectura y aderezado de conflictos emocionales y problemas económicos…el resultado, un hombre del que tu sexto, tu séptimo e incluso sentidos que no sabía la ciencia que teníamos, te sugieren que huyas pero por el que de forma irremediablemente sexy te  dejas atrapar.

El Síndrome de Mowgli una obra demesita que no debéis dejar de leer.