viernes, 30 de septiembre de 2011

La Prueba del Ácido

De la mano de Élmer Mendoza redescubro la novela negra, un género que, seguramente por cobardía, suelo evitar.

En La Prueba del Ácido el autor rescata al protagonista de Balas de Plata, Edgar “El Zurdo” Mendieta, esta vez para resolver el caso de Mayra Cabral, una de las bailarinas del Alexa, un local de striptease, que es asesinada en una noche con Luna a sangre fría en un descampado a las afueras de la ciudad. En un entorno político y social delicado, este policía atormentado habrá de enfrentarse al mundo del narco, al FBI, a antiguos amores y, por si fuese poco, a sus fantasmas e inseguridades. Zurdo deberá aprender a convivir con su fracaso, a aceptarse a sí mismo de una vez. O quizás ya sea tarde para eso.

El ritmo de la novela es frenético, el desarrollo coherente y las líneas narrativas encajan a la perfección, sin embargo, cabe comentar que aunque rápida, la lectura requiere por parte del lector una actitud activa tanto para aprender a identificar a los personajes en los diálogos como para superar la barrera del vocabulario si es que, como en mi caso, no se está familiarizado con la jerga.

Hablaba Élmer Mendoza en la presentación que tuvo lugar en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla de la dificultad de frenar la acción en el proceso de fabricación del relato. Explicaba que, aún contando con herramientas literarias a tal propósito, existe un “punto de no retorno” en el que los hechos no tienen más que desarrollarse en el único sentido posible. Decía también que el autor sabe con qué idea se sienta a escribir, pero nunca sabía cómo concluirá la misma, pues el resultado rara vez es el imaginado. Quedé maravillada de la descripción tan “física” que hace el autor de algo, en principio, tan etéreo como es la abstracción. Lo describe como algo natural, innato.

En la obra la violencia es omnipresente y la tensión social patente. A ritmo de jazz y bajo un lenguaje casi poético se desarrolla una trama vertiginosa, compleja en sus personajes, que nos acerca a una realidad devastadora. Una realidad en la que los asesinatos de mujeres quedan archivados y sus responsables impunes ante una justicia asustadiza y esquiva. Una realidad en la que la sociedad se rindió al narcotráfico, en la que los robos, los secuestros y la inseguridad son, lamentablemente, algo más que ficción.

En una mezcla agridulce, la dureza del relato contrasta con la suavidad de la prosa y comprobamos cómo con palabras hermosas se pueden describir hechos verdaderamente atroces.

Estoy feliz de haberlo descubierto. Mendoza se queda en mi mesita.

martes, 27 de septiembre de 2011

La Senda Trazada

Misterio, fantasía… mucho más que un Thriller…

La principal novedad del mes de septiembre de la editorial Algaida se llama La Senda Trazada, merecidísima ganadora del XX Premio de Novela Luis Berenguer .

Pedro de Paz duerme esta semana a nuestro lado con una historia de suspense capaz de mantener al lector en vilo en cada una de sus trescientas cincuenta y ocho páginas de magia.

Alfonso Heredia es un reportero gráfico al que la vida no trata demasiado bien. Cercana a la miseria, la situación del protagonista se hace cada vez más precaria y el narrador nos hace testigo de su decadencia, del abandono de sus sueños, su futuro, su buen humor e incluso de su dignidad. Así, vemos cómo le abandona el amor, pierde el orgullo y echa a un lado a los pocos que algún día pudo llamar amigos.

Casualmente, en un guiño cruel del destino, se hace con un libro antiguo escrito a mano que contiene una asombrosa revelación: es capaz de predecir la muerte de ciertas celebridades con una exactitud matemática. A partir de ese momento, asistimos a una metamorfosis del personaje tan gradual como sincera. Porque es precisamente así como sucede. Aunque distingamos un punto de inflexión, no reparamos en los cambios que sufre  el carácter de las personas hasta que un día advertimos que se ha transformado para siempre.

La soledad inunda la obra y rebosa por las tapas llegando a contagiarnos magistralmente. Me atrevería a decir que es ella, junto con el ego, los grandes protagonistas de la historia, en la que el pobre Heredia aparece como un pelele de sus circunstancias, una víctima de su id contra el que su superyó se manifiesta impotente, diría Freud. Y es que el personaje no puede sino rendirse ante su impulso de supervivencia y aprovechar la oportunidad que el obituario le ofrece, aunque este uso sea de dudosa moralidad.  

Con un lenguaje elegante pero directo y exquisitas descripciones, el autor nos seduce con un relato suave y desliza al lector, a través de una trama embriagadora, hasta un final sorprendente.

Me alegra poder decir que a esta novela no le sobra ni una sola frase, nunca se hace pesada. De hecho, el primer cuarto del libro lo leí en el borde de la cama y estuve, literalmente, a punto de caer de bruces contra el mármol.

Puro suspense. Este demesita dará, seguro, mucho que hablar.


lunes, 26 de septiembre de 2011

Presentación de "La Prueba del Ácido" de Elmer Mendoza en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla



Mañana martes día 27 de septiembre de 2011 presenta  Elmer Mendoza su libro “La Prueba del Ácido” en la Biblioteca  Infanta elena de Sevilla a las 20:00 horas. El acto forma parte del ciclo “Letras Capitales” del Centro Andaluz de las Letras y será presentado por Eva Díaz Pérez.



El escritor y dramaturgo mexicano autor de entre otros títulos de “Balas de Plata” premiada con el III premio Tusquets de Novela nos trae una novela policiaca en la que recupera al personaje Edgar “El Zurdo” Mendieta para sumergirnos en el mundo del narcotráfico en una trama de corrupción.


Yo voy, ¿os apuntáis?.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Martín Ojo de Plata

Auténtica, trepidante, emotiva…una dualidad acertada.

Con Martín Ojo de Plata, Matilde Asensi nos lleva hasta Tierra Firme y después hasta Sevilla para vivir la aventura en estado puro. 

Con una ambientación exquisita y con ayuda de notas a pie de página, la autora nos muestra el mundo de entre 1598 y 1612, sus costumbres, sus leyes y su economía.
Esta saga demesita compuesta de tres novelas nos deleita con un lenguaje auténtico, un relato trepidante y una historia emocionante.

La protagonista, Catalina Solís, narra en primera persona cómo dejó de ser sólo una muchacha ignorante condenada a un matrimonio infeliz para convertirse también en Martín Ojo de Plata, contrabandista buscado por todo el Nuevo Mundo, maestre de nao y experto en las artes de marear. Y digo “también” porque el personaje principal, que se ve forzada a desdoblar su personalidad, consigue que ambos entes convivan en ella en armonía, alcanzando el equilibrio con esta complementariedad.

De Catalina nace su tesón, su fuerza, su ingenio, y el orgullo que siente de ser mujer, condición a la que nunca renuncia a pesar de que ser esposa por poderes de un demente se antoja razón suficiente para renunciar a la feminidad, sin mencionar la falta de libertad y limitaciones de las que eran presas las damas en el siglo XVII.

Con Martín vive la libertad, se deshace del yugo de la sociedad y descubre la importancia del estudio y la educación. Es en la piel del muchacho mestizo donde desarrolla su inteligencia, el compañerismo, la responsabilidad, el honor y la venganza.

Catalina es su mundo interior, es ella cuando está sola y él en compañía de otros, aunque ambos estén fusionados.

Un cuento de piratas que nos invita a reflexionar sobre las polaridades que desarrollamos, ¿o acaso no nos obliga la sociedad a travestirnos de un modo u otro? El sistema nos arrastra a la escisión, y a más complejo el orden social, más personalidades llegamos a albergar.

Mantener la esencia de uno mismo en todas las circunstancias es cada vez más difícil y se hace fundamental, pues de lo contrario corremos el riesgo de desaparecer tras los disfraces. Poner el corazón en todo lo que hacemos parece ser la mejor guía para no perdernos jamás.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Orgullo y Prejuicio

Tiene casi dos siglos y sigue siendo joven…

El señor y la señora Bennet están lejos de ser un matrimonio bien avenido. Él, de temple sereno, cariñoso y moderado, tiene que aguantar resignado los aspavientos nerviosos de su mujer, su mala educación y salidas de tono continuas. Ella, ignorante y de emociones inestables, vive con el único propósito de casar a sus cinco hijas para asegurarles un porvenir, pues la propiedad en la que vive la familia está vinculada a un descendiente por vía masculina y sólo Dios sabe qué será de ellas cuando sobrevivan a su esposo.
                               
Sin embargo, para nuestra protagonista, Elisabeth Bennet, una joven sensata e inteligente, segunda hija del matrimonio y favorita del cabeza de familia, a pesar de los esfuerzos de su atolondrada madre, encontrar un buen marido, rico y de buena familia que le ayude a medrar en sociedad, no se presenta tarea fácil cuando su dote se limita al encanto propio de la juventud y un puñado de familiares ordinarios sin una brizna de refinamiento.

En esas, el señor Darcy, rico y de buena familia aparece como el candidato ideal para ayudarles a medrar en sociedad, pues, a pesar de su distanciamiento e incluso brusquedad con los que considera de escala social inferior, siente por Elisabeth algo más que una mera inclinación.

No obstante, este personaje de inspiración para grandes galanes de estos últimos doscientos años, deberá dominar su orgullo y vencer a los prejuicios que por ello despierta en su enamorada.

Este clásico de Jane Austen (1775-1817) fue publicado por primera vez en 1813  y, todavía hoy, goza de gran éxito, pues con argumentos sencillos y enredos familiares la autora  nos descubre la comedia romántica del siglo XIX.

Reconozco que me he visto en alguna cafetería riendo sola con los alborotos de Lydia y Kitty, las hijas menores del matrimonio, y que en el metro la señora Bennet me ha arrancado alguna carcajada desde lo más profundo de mi vergüenza ajena.

Lectura agradable, de ritmo alegre, lenguaje delicado y humor sátiro la de esta obra maestra de la literatura inglesa. Una ventana a las costumbres de la época, una crítica a la sociedad, a la obsesión por el dinero, por el posicionamiento, por el poder.

Porque seguimos disfrazando la conveniencia de afecto y traicionamos en nuestro empeño lo que se cruce, incluso a nosotros mismos, Orgullo y Prejuicio sigue siendo demesita.


martes, 13 de septiembre de 2011

El Violinista de Mauthausen

Un viaje a la humanidad, una carambola del destino…

Andrés Pérez Domínguez se consolida como unos de mis demesita favoritos con El Violinista de Mauthausen, XLI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.

Lejos de centrarse en el ya manido holocausto nazi, la novela nos habla de amor, de supervivencia, de honestidad. Y lo hace sin necesidad de caer en la violencia gráfica, lo cual, dado el escenario, no ha debido de ser fácil. 

Un detalle en el lenguaje que ilustra su poder, es que la palabra “muerto” se repite sobremanera a lo largo del relato, y es atroz como el impacto que provoca en el lector se hace cada vez menos intenso.

Con ello, el autor, de una manera elegante, nos hace empatizar con nuestro protagonista, Rubén Castro, español republicano secuestrado por la Gestapo y recluido en el famoso campo de exterminio de Mauthausen. Un hombre cultivado, elegante, sensible, que pudo ser un cobarde, ve como su lado más animal aflora ante la adversidad y cómo el ser humano se inmuniza ante el espanto. Cómo en medio de tanta sinrazón, la muerte no resulta la peor de las opciones.

Personajes entrañables, llenos de fuerza y profundidad, envueltos en un triangulo amoroso enredado en una trama de espionaje, mantienen al lector en vilo, mientras el autor pone de manifiesto su ya conocido talento para atraparnos en el relato. 

Y es que este sevillano, maestro de la in media res, maneja el tiempo de la narración a su antojo, sellando así sus obras con un estilo muy personal.

Fascinante cómo la velocidad del relato se siente heterogénea en la novela. Los meses en el en el campo de concentración se intuyen lentos, pesados, y queda el lector atrapado en el limbo. En contrapunto, fuera de Mauthausen, nos vemos arrastrados por la guerra, arrasados por el terror y el tiempo parece plegarse.

Esta novela de calidad desde luego, me ha conquistado.

viernes, 9 de septiembre de 2011

La Vida nos Conoce


La vida nos conoce, y nos ata con lazos, dice el poeta.

Javier Salvago, poeta y guionista de radio y televisión, presentó ayer La Vida nos Conoce en la Biblioteca Infanta Elena de Sevilla. 

Esta antología poética con prólogo de Juan Bonilla, selecciona siete libros, uno de ellos inédito, con más de un centenar de poemas autobiográficos concebidos a lo largo de casi veinte años.

Con vocabulario sencillo y cercano, se desmarca de la rima rebuscada y llega al lector de forma contundente, logrando empaparlo del desencanto del que van cargados sus versos.

Leyendo su obra, podemos caer en el error de imaginar al escritor como un ser sombrío, cuyo sentido del humor se ha ido transformando en cinismo. Nada más lejos de la realidad.

Javier dice que escribe para depurarse de la poesía, para liberarse de todas las impurezas. A mi me parece como si utilizase al autor para que acarree con sus fantasmas y al lector para sacudirse su pesimismo, quedando así, el escritor, libre de estos lastres.

Quizás por ello sus poemas no me han asomado a un abismo de tristeza y amargura, como esperaba, sino a todo lo contrario; al conocimiento y aceptación de la vida con todo lo ella nos da y lo que nos quita. Y me ha hecho reflexionar.

¿Puede el desencanto de esta sociedad nacer por alejarnos de nuestra naturaleza de hombre? Tenemos tanto, queremos más y disfrutamos tan poco…La naturaleza no se comporta de este modo tan absurdo; cuando no tienen, buscan y cuando tienen, son felices.

Y es que sufrimos los efectos secundarios del raciocinio. Y no digo que la inconsciencia o la ignorancia sean felicidad, sino que debemos hacer un esfuerzo por racionalizarla, y no tomarla en términos absolutos como pueden permitirse el resto de seres irracionales, sino entenderla en términos relativos.  Para poder ser felices debemos madurar el concepto de Felicidad, desarrollarlo, hacerlo evolucionar.

La Vida nos Conoce, una bocanada de realidad en clave de poesía salpicada de humor, demesita para aprender a amar la vida tal y como es, porque sólo así nos aceptaremos tal y como somos.

martes, 6 de septiembre de 2011

El Descubrimiento de las Brujas

A tierra mojada, a niebla espesa, a llovizna…

El Descubrimiento de las Brujas de Deborah Harkness, la primera novela de la que promete ser otra saga superventas, nos presenta un mundo en el que vampiros, daimones y brujas conviven en una pax romana, ocultos entre los seres humanos.

Su protagonista, Diana Bishop, historiadora especializada en Alquimia del siglo XVII, nos cuenta en primera persona la trama de conspiración paranormal en la que se ve envuelta.

Desarrollado en su mayoría en la Biblioteca Bodleiana de Oxford, el relato hace que el lector comparta el misterio y la inquietud que rodean al personaje principal. Con ella, oiremos el ruido que hace el silencio cuando se teme el acecho, se nos erizarán los pelillos de la nuca cuando una sensación nos asalte y experimentaremos el miedo y, a la vez, el deseo de saber más sobre un científico multidisciplinar, inteligente y atractivo que sigue a Diana por todo el campus, Mathew Clairmont.
                                                    
Vampiros, daimones, brujas…nos fascina lo sobrenatural, la vida eterna, la belleza. Siempre jóvenes, siempre fuertes. Son el poder, el arte, las ciencias, pero también son peligrosos, volátiles y letales. Son quimeras de nuestras virtudes y defectos más apreciados, decantados, aislados y potenciados.

Estas leyendas sobreviven en nuestra imaginación al paso de los años, apenas sin evolucionar; siempre estarán de moda. Porque en todos nosotros late la creatividad de un daimón y la intuición de una bruja. Porque alguna vez nos hemos avergonzado del animal que llevamos dentro, y otras, sin embargo, nos hubiera gustado poder invocarlo a nuestro antojo.

La historia quizás no es muy original, y el narrador omnisciente prescindible, pero la autora consigue mantener la atención del lector y embarcarlo en esta aventura. La novela, con creces, da lo que se espera de ella. 

Demesita para las tardes de lluvia, para soñar con un mundo en el que la mediocridad humana y la falta de talento dejan paso a la excelencia de ser especial.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Y entonces El Tiempo Entre Costuras...

Fabulosa, elegante, intrépida…

El Tiempo entre Costuras, de María Dueñas, se ha convertido en un demesita imprescindible de los últimos tiempos.

De forma elegante y consistente, la autora nos muestra algo insólito; el relato de una metamorfosis a través del lenguaje. Y es que me sorprende cómo el buen uso de las palabras puede mostrar el desarrollo de un personaje, cómo conjugaciones verbales, expresiones y nombres nos sitúan en la cronología y le dan coherencia y sabor.

Me ha transportado a una España dividida y a un Marruecos que, aún contagiado de tristeza, incertidumbre y miedo por los que quedaron en un país en guerra, se nos presenta con olor a esperanza y oportunidades, lleno de recursos y vida. Me ha transportado a una época de nuestra Historia reciente en la que dolor te alcanzaba implacable, a una época en la que el nuevo orden social obligaba a cambiar, a adaptarse, a luchar.

Así, esta máquina del tiempo que ha esquivado los tintes políticos, nos ayuda a entender mejor a nuestros padres y abuelos, que tanto dieron, algunos, incluso la vida.

Fabulosa en sus personajes, dinámicos, entrañables, llenos de magia. En especial su protagonista, Sira Quiroga, con la que la autora huye del cliché de mujer caprichosa, egocéntrica y superficial y me ha evitado la desagradable sensación de  deja vu que me castiga últimamente. Distintas novelas, distintos escritores y escritoras, pero…inquietantemente, la misma mujer. Una mujer altiva, volátil, sin juicio ni firmeza, necia y egoísta, carente de todo sentimiento y profundidad. Me preocupa sobremanera el hecho de que este concepto llegue a generalizarse…o aún peor…a desearse…

Nada más contrario a nuestra protagonista, que lejos de todo aquello, nace como una mujer trabajadora y sensata, y aunque inocente, bastante juiciosa. Además, la vemos crecerse en la obra y desarrollarse como una mujer de mundo, intrépida y solidaria. A mi parecer, un ejemplo a seguir y un verdadero objeto de deseo y admiración.

María ha conseguido algo increíblemente difícil, una obra para todos los públicos, una apuesta segura que recomendaría, sin duda a cualquiera.

jueves, 1 de septiembre de 2011

La Mecánica del Corazón

Nostálgica, fantástica, un viaje…

Mathias Malzieu, en este cuento para adultos, nos traslada a los primeros sentimientos de amor, y a los que inevitablemente les siguen.

En La Mecánica del Corazón asistimos al florecer del amor,  al envenenamiento de los celos y a la desolación del desamor en su protagonista, Jack, un joven bastardo nacido a finales del siglo XIX , en el día más frió de la Historia, con una afección grave de corazón.

Acompañamos así a su protagonista en un viaje hacia la madurez a través de la adolescencia que le arrastrará a cruzar Europa .

A pesar de que no puede presumir de la mejor ambientación, de que el lenguaje se me antoja demasiado actual para un muchacho de 1900 (puede ser, en parte, por la traducción) y los personajes me resultan algo estáticos, no he podido evitar conmoverme con el fondo de la obra. He sentido verdadera nostalgia de los primeros sentimientos, la valentía con la que los afrontamos, la falta de sensatez; nostalgia de toda la capacidad de dar que perdemos.

¿Puede que lo que dimos alguna vez ya no podamos volver a darlo, simplemente, porque ya no lo tenemos? ¿Es acaso posible que la capacidad de amar se agote?¿tiene arreglo un corazón averiado?...

Demesita si os gusta la literatura fantástica, si buscáis el fondo y dejáis a un lado la forma, si sois adolescentes o estáis dispuestos a recordar qué significó serlo. Especialmente si os habéis roto, alguna vez, el corazón.